Proceso de Masificación de la Educación Superior en Honduras conflictos, obstáculos, ventajas y desventajas de dicho proceso
Proceso de Masificación de la
Educación Superior en Honduras conflictos, obstáculos, ventajas y desventajas de dicho proceso
El proceso de masificación de la
educación ha beneficiado que ésta sea preponderantemente instructiva,
informativa y de baja calidad. Ya que se improvisan maestros, se mecaniza la enseñanza
y se incorporan estudiantes con bajo rendimiento. Por lo que la revolución que se está
gastando es análoga al cambio que ocurrió con la revolución industrial en sus
líneas de producción en masa, que hoy en día están siendo sustituidas por "celdas"
inteligentes de manufactura flexible.
En esta configuración, la
educación superior podrá impartirse mediante una coordinación que podrá ser
provista por la universidad que, por un lado, brindará el encuentro con los
grandes científicos para el aprendizaje de teoría pura, y por otro, facilitará
a los estudiantes una estancia temporal en diversas empresas de científicos y
tecnólogos para el aprendizaje de métodos y medios de desarrollo tecnológico.
En este escenario curiosamente parece una fusión de la práctica medieval de
maestro aprendiz con la enseñanza clásica de la Grecia y Roma
antiguas.
La revolución en el
financiamiento será otro aspecto fundamental. La dicotomía tradicional entre
educación pública y privada tenderá a desaparecer. De manera que la mayor equidad y eficacia
de los procesos educativos requerirán que el gobierno financie a las personas y
no a las instituciones administradas por él; la práctica actual ha limitado la
competencia y la concurrencia de instituciones nuevas o más eficaces. La
libertad de elección de los educandos introduce un mecanismo de mercado para
favorecer a las instituciones más efectivas y transformar o eliminar a las más
ineficientes.
Las
masas, deseosas y reclamando el derecho a la educación, provocan el fenómeno
que se llama “masificación educativa”. Las instituciones educativas están
saturadas de estudiantes, por lo que se ven obligadas a establecer cupos y estos generan malestar y problemas en la población, Surge la escuela masiva que es la que da
la respuesta a ese reclamo de la mayoría que no tiene acceso a la educación.
Sin embargo, con la atención que debe darse a grandes grupos de estudiantes
queda en entredicho el aspecto cualitativo de la misma. Para un docente no es
lo mismo trabajar con 20 alumnos que trabajar con 80 o 100 o más, no hay una
atención individual, es imposible.
Factores del surgimiento de la masificación de la educación
La
expansión de la matricula terciaria es la
evolución hacia la masificación educativa finalmente alcanzó a la educación
superior en los años ochenta, expresándose en tasas de crecimiento de esta
matrícula, superiores a los restantes niveles educativos, una tendencia a la
saturación de las aulas por dificultades de crecimiento de las instituciones y
limitaciones de los presupuestos públicos.
A partir de la década de 1980, la
persistente tasa superior de incremento de la educación terciaria mostró que la
cobertura de la educación básica, y de la propia educación media, había
alcanzado altos niveles, un nuevo rol de la educación superior en los procesos
económicos en la región, como también nuevos requerimientos de los mercados
laborales de la ampliación de los años de escolarización para superar el ciclo
de la pobreza.
Impactos sociales y repercusiones en los hechos educativos
en Honduras
El primer gran impacto social que
cambió el sistema de vida en las Américas sucede en 1492 con el descubrimiento
y posterior colonización de los españoles, luego los ingleses, portugueses y
franceses.
En lo que concierne a Honduras,
es a partir de 1502 que se produce ese hecho social que afectó casi totalmente
la vida, cultura, costumbres e idioma, el sometimiento de los habitantes de
centro América fue una lucha dura, humillante y sangrienta que se extendió
hasta 1560. La tarea educativa de los colonizadores que obligaron a nuestros
antepasados a cambiar sus dioses, sus ritos, por los dogmas de la iglesia
católica y sus ídolos por otras imágenes a quienes llamaban santos. Al mismo tiempo se fueron
olvidando las lenguas de nuestros antepasados, por el español.
La época colonial no se
caracteriza por una gran labor educativa pues solo la aristocracia podía
recibir algunos conocimientos, y las pocas escuelas que se abrieron estaban
administradas por la iglesia. La primera escuela elemental primaria se funda en
Tegucigalpa en 1820, y en 1822 el Ayuntamiento de Tegucigalpa dispone
abrir una escuela de primeras letras en la que se enseñaba lectura, escritura,
principios de aritmética, religión católica, ortografía y urbanidad. La primera
ley de educación se emite en 1830 por el General Francisco Morazán, ordenando
la administración y el ordenamiento de las escuelas existentes a esa fecha.
En cuanto al nivel superior,
Honduras recibe las primeras inquietudes de un centro de estudios superiores
cuando el Presbítero José Trinidad Reyes funda en 1841 la Academia Literaria en
Tegucigalpa, la que, posteriormente el 1 de Septiembre de 1847, bajo el
Gobierno de Don Juan Lindo, es elevada a la categoría de Universidad Nacional.
Lo anterior significa 156 años de
lucha por dotar a Honduras de un centro de educación superior, que además pasa
de oficial a autónoma. La UNAH tiene en realidad solamente 43 años de vida
autónoma, lo cual nos indica que el camino recorrido para su crecimiento
cualitativo y cuantitativo es muy corto. Nace como un centro de estudios más
que todo de tipo religioso y cultural y ha necesitado más de 100 años para
desligarse de la influencia religiosa para convertirse en una institución
laica, autónoma, y ofrecer opciones en todos los campos del saber
Hasta 1973 solamente existía la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, pero a partir de esa fecha el sector
privado emprende la lucha para abrir universidades privadas, siendo la primera
la Universidad José Cecilio del valle. Al momento hay 14 centros de educación
superior incluyendo la UNAH y la Universidad Pedagógica Nacional
Francisco Morazán. El reto que afrontan las universidades no es el mismo que
atañe, digamos, a una escuela primaria; la Universidad debe formar
especialistas en las diferentes disciplinas y debe, además, participar en
la solución de la problemática social del país. Esto la convierte en un
organismo, no solamente formativo, sino también de consulta, técnico y
participativo.
A partir de la década del sesenta
se advierten cambios notables en la Universidad, la oferta de carreras no
tradicionales comienza poco a poco a atraer jóvenes a incursionar en nuevas
disciplinas, pero la aceptación de estas carreras ha sido un proceso lento y
aún lo es. Carreras como Letras, Biología, Física, Matemáticas, han ido
teniendo aceptación poco a poco, y carreras como Música, al momento casi no
tiene alumnos. Este es el fenómeno del cambio que se resiste a aceptar lo
nuevo y se aferra a lo tradicional. La muestra la tenemos, en que carreras como
Ciencias Jurídicas y Sociales (Derecho) Medicina, Ingeniería, Administración de
Empresas, tienen gran cantidad de alumnos.
La toma de decisión al estudiar
una carrera no siempre es potestad del aspirante, sino que la familia influye
mucho en ello, hasta obligarle a estudiar, por ejemplo Medicina, bien sea
porque en la familia hay médicos o quieren tener uno en la familia. El
resultado de estas decisiones se puede comprobar en las estadísticas
universitarias, con los cambios de carrera por año, que convierten al estudiante
en un turista dentro de la institución, y a veces después de recorrer hasta 4 o
5 carreras termina retirándose de la universidad. Durante la vida autónoma de
la Universidad se han llevado a cabo varias transformaciones, encuentros,
seminarios, con el propósito de que la máxima casa de estudios se proponga y
alcance los objetivos que la ubiquen junto a los requerimientos de una sociedad
cada vez más cambiante. Sin embargo, estos logros no han sido totales debido
a factores de diferente naturaleza.
Conflictos y obstáculos en el proceso de masificación
Uno de los principales obstáculos
en el proceso de Masificación de la Educación Superior en Honduras, es la
deserción escolar sin duda una de las principales preocupaciones para el
desarrollo del país. Entender esta creciente problemática ha llevado a José
Ángel Vera Noriega y otros autores a investigar las posibles causas que orillan
a los estudiantes universitarios a truncar sus estudios. Uno de los hallazgos
que plantean los autores, revela que factores personales como el género y el
bajo promedio alcanzado en la preparatoria, así como elementos institucionales
relacionados al plan de estudios y la permanencia en el salón de clases, son
algunas de las principales causas que propician este problema.
Cabe preguntarse entonces, hasta
qué punto la masificación de la educación superior refleja mayores
posibilidades de acceso a este nivel de los sectores populares, y por otra
parte, si desde la universidad misma pueden implementarse mecanismos que propendan
a alcanzar un mayor grado de equidad en el acceso a los estudios superiores.
En relación con la primera
cuestión, Sigal (1993) identifica dos obstáculos que son paradigmáticas en
América Latina: en primer lugar, la exclusión de grupos que no llegan a los
umbrales de la educación superior, la cual se efectúa desde los niveles
primario y secundario y, en segundo lugar, la selección de aquellos que sí
llegan hasta las puertas de la universidad.
Respecto de estos últimos,
adoptando la tipología de García Guardilla (1991), pueden distinguirse dos
tipos de selección: la implícita y la explícita.
La primera es la que se realiza
mediante requerimientos de admisión formales, como exámenes de ingreso o la exigencia
de determinados niveles de rendimiento en la escuela media. Aquí la selección
se vincula estrechamente con el capital escolar acumulado en los niveles
anteriores, lo que a su vez está determinado por el tipo de escuela al que se
puede acceder, a la posibilidad de no trabajar durante los estudios
secundarios, así como a diversos factores relacionados con el entorno social y
familiar.
Por su parte, la selección
implícita opera en el interior de las universidades y se vincula con la
posibilidad que tienen los estudiantes de proseguir sus estudios superiores.
En ambos casos está presente el
problema de la equidad, entendida ésta tanto en relación con las posibilidades
de ingreso a la universidad, como con la posibilidad de continuación y
conclusión de los estudios superiores.
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